Casi 1 de cada 4 jóvenes adultos ahora tiene presión arterial alta. Eso es profundamente preocupante. La hipertensión no solo es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, también aumenta el riesgo de deterioro cognitivo, incluyendo demencia y enfermedad de Alzheimer. Cuanto antes se desarrolle la presión arterial alta, mayor será el riesgo a largo plazo. La exposición acumulativa importa. La presión arterial crónicamente elevada perjudica el flujo sanguíneo cerebral y la entrega de nutrientes a las neuronas, acelerando la atrofia cerebral y la neurodegeneración con el tiempo. Esta es una de las razones por las que el ejercicio es tan poderoso para la salud cerebral. Lo que protege al corazón también protege al cerebro.