La creatina puede apoyar aspectos específicos de la cognición en adultos mayores. Múltiples estudios indican beneficios cognitivos claros de la suplementación con creatina o una ingesta dietética más alta (al menos 1 gramo/día). Específicamente, surgen mejoras en ámbitos como la atención, el control inhibitorio, la memoria a corto plazo y el procesamiento visuoespacial. No parecía ayudar en pantallas cognitivas globales como la MMSE. Sin embargo, ninguno de estos estudios midió directamente la creatina cerebral, y cambiar las reservas cerebrales probablemente requiere dosis más altas y/o más largas para aumentar los niveles ~3–10%. ¿Quién podría beneficiarse más? Adultos mayores, vegetarianos/veganos y quienes están en estados de "estrés metabólico" como privación de sueño, enfermedad o una carga de entrenamiento alta. La creatina no es un nootrópico típico. Sin embargo, si tu objetivo es la resiliencia cognitiva a largo plazo o mejorar la función cerebral durante periodos de alto estrés, aumentar estratégicamente tu ingesta (alrededor de 5–10 gramos diarios, o periodos cortos de hasta ~20 gramos) podría ofrecer una protección cognitiva significativa y beneficios en el rendimiento.