Esto puede parecer trivialmente obvio, pero las redes sociales están fundamentalmente desalineadas con el trading exitoso. Las estructuras de incentivos centrales (métricas de participación) empujan naturalmente a las personas a compartir contenido que maximiza la validación social en lugar del rendimiento comercial. Recompensan lo que *parece* impresionante o genera atención, lo cual a menudo tiene poca correlación con lo que realmente genera beneficios consistentes. El problema más profundo es que tus motivaciones se moldean por cómo te percibe tu red en lugar de por resultados objetivos. Cuando tu bucle de retroalimentación principal es la aprobación social, los sesgos inevitablemente se infiltran; comienzas a optimizar para la apariencia de éxito en lugar de la rentabilidad real. Este desvío es casi inevitable porque la validación social es mucho más tangible que el trabajo a largo plazo y poco glamuroso de desarrollar una ventaja genuina.