La contaminación por metales pesados en los polvos de proteína es una preocupación real (alrededor de 2/3 de los analizados por Consumer Lab superaron los niveles seguros de plomo) Los peores culpables: polvos a base de plantas (especialmente proteína de guisante) y variedades con sabor a cacao Los polvos de proteína de suero, particularmente los sin sabor o de vainilla, tienen un riesgo mucho más bajo Para máxima seguridad, siempre se recomienda elegir marcas certificadas por NSF para minimizar contaminantes