Muchos de ustedes saben que mi clase de IA y Arte en @NYUStern requiere que los estudiantes de MBA usen IA. Aunque queda un tercio de las clases, algunas lecciones tempranas de la enseñanza con IA están surgiendo para mí: 👇 1) los estudiantes descubren que la IA no crea por ellos; los refleja. La calidad de sus indicaciones, su enmarcado y su curiosidad determinan la calidad de lo que reciben. Aprenden que el poder creativo ahora reside en el diálogo más que en el resultado solo. 2) cuando la IA puede esbozar, escribir, componer, ilustrar o codificar al instante, los estudiantes se enfrentan a la incómoda verdad de que el dominio técnico por sí solo ya no los diferencia. Deben encontrar significado, gusto y profundidad conceptual: todos elementos humanos que resisten a la máquina. 3) los estudiantes comienzan a ver la autoría como selección, enmarcado e intención en lugar de producción cruda. Se preguntan qué vale la pena hacer cuando cualquier cosa puede hacerse al instante. Se convierten en editores/filósofos en lugar de escritores. 4) aprenden el arte de la colaboración entre dejar que la máquina funcione y cortarla. La IA recompensa la curiosidad, el escepticismo y la iteración. 5) la lección más profunda puede ser existencial: cuando los estudiantes ven todo lo que puede ser automatizado, definen lo que no puede. En el aula hasta ahora he encontrado que el límite de la IA se convierte en un espejo de la creatividad humana. 👀 En otra publicación, compartiré lecciones para profesores y el desafío de asignar trabajos cuando los estudiantes son libres de usar IA. Este es un nuevo mundo valiente que mis estudiantes y yo estamos explorando aquí. 💫