Tendencias del momento
#
Bonk Eco continues to show strength amid $USELESS rally
#
Pump.fun to raise $1B token sale, traders speculating on airdrop
#
Boop.Fun leading the way with a new launchpad on Solana.
Soy un techno-optimista por defecto. Me encanta la tecnología.
Es lo que nos hace humanos. Es cómo evolucionamos y sobrevivimos como especie.
Pero el techno-optimismo tiene un riesgo doble:
1) Optimismo sin pragmatismo
No - solo porque lo construyas no significa que vendrán.
Demasiadas veces, la tecnología falla no porque sea mala, sino porque es prematura. Forma incorrecta. Estrategia de mercado rota. Exigiendo demasiado del usuario.
Los primeros coches eran peligrosos e ineficaces.
Los primeros smartphones eran lentos y de nicho.
¿Qué cambió? Apple no solo hizo un teléfono - agrupó música, diseño e intuición. Jobs entendía el comportamiento humano tanto como entendía la tecnología.
Ken Kocienda, quien construyó el teclado del iPhone, estaba obsesionado con cómo las personas realmente escriben: imprecisas, rápidas, emocionales.
Se dio cuenta de que forzar la precisión era el objetivo equivocado. En su lugar, construyó la ilusión de ella: incluso si tecleabas ligeramente fuera de lugar, el software predecía lo que querías escribir.
La magia no estaba en la precisión - estaba en la confianza.
Escribir en vidrio de repente se sentía natural. Confiabas en la máquina.
Esa es la clave: una gran tecnología se encuentra con las personas donde están, no donde desearíamos que estuvieran.
2) Olvidar que la naturaleza humana no cambia
Como escribe Morgan Housel en "Same as Ever," la tecnología evoluciona, pero las personas se mantienen notablemente consistentes. Aún queremos ser respetados, amados y estar a salvo.
Aún perseguimos el estatus, sobreestimamos el control y nos contamos historias que dan sentido al caos....
Parte superior
Clasificación
Favoritos

