Ahora somos demasiado impulsivos, prestando cada vez más atención, pero recibiendo muy poco. En última instancia, sigue sin ser suficiente, y lo mejor de kung fu es afilar primero el cuchillo. Presta más atención a tu propio crecimiento, pule tu sistema y explora en qué eres bueno. Hay innumerables ruidos y tentaciones a los que nos enfrentamos cada día, pero solo unos pocos pueden convencernos.