Los agentes de IA están a punto de convertirse en actores económicos. No copilotos. No son chatbots. Actores que planifican, deciden, negocian y pagan. ¿El problema? Los pagos nunca se diseñaron para máquinas.
El paquete de pagos actual asume: • un humano en el bucle • Aprobaciones puntuales • modelos de confianza frágiles Los agentes de IA rompen todo eso. Funcionan de forma continua y a velocidad de máquina.
Dar acceso completo a la cartera a un agente es imprudente. Bloquear a los agentes para que no paguen los hace inútiles. Así que necesitamos un punto intermedio: la confianza programable.
Separa el flujo: Intención → autorización → ejecución Los agentes demuestran lo que quieren hacer. Las políticas definen lo que pueden hacer. Todo es verificable.
En lugar de "aquí está mi cartera", estableces restricciones: • límites de gasto • ámbitos • límites temporales Autonomía sin perder el control.
Esto desbloquea el comercio real de agentes: • agentes que gestionan el gasto en SaaS • Conserjes de IA que reservan y pagan • agentes de operaciones gestionan gastos recurrentes Todo con auditabilidad incorporada.
La economía de agentes no funcionará con las vibras. Si los agentes de IA van a realizar transacciones, la confianza debe ser explícita, programable y verificable por máquina.
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