Es muy triste ver que los mejores talentos abandonan Ethereum. Pero en el lado positivo, la respuesta de la comunidad muestra cuán alto ha sido el listón establecido por Vitalik y la Fundación. Esperamos que siempre estén ahí, trabajen durante décadas, lidien con las críticas, envíen actualizaciones de protocolos que equilibren los ideales cypherpunk, la resiliencia de grado institucional y la escala de grado de consumidor. Es hora de apreciar sus esfuerzos y dedicación.