El representante de Estados Unidos en el consejo de armas atómicas de la ONU de 1946 (cuando Estados Unidos tenía el monopolio) de armas atómicas, Bernard Baruch, propuso la destrucción del arsenal atómico de Estados Unidos y el control internacional sobre la energía atómica, impuesto mediante inspecciones. La URSS rechazó esto, queriendo armas nucleares propias.