La mayoría de las cosas tienen muchas más posibilidades de funcionar si dejas de decirte a ti mismo todas las razones por las que no lo harán. No necesitas un plan genial. Sé terco. Concéntrate en una forma en la que ganarás en lugar de 100 formas en las que podrías fallar. El éxito tiene menos que ver con la brillantez y más con la creencia.