Lo que está en juego con el cierre del gobierno es simple. Los demócratas están luchando para mantener el gobierno abierto y mantener su atención médica asequible. Los republicanos se contentan con dejar que el gobierno, y su atención médica, cierren. Si los republicanos dejan que expiren los subsidios de ACA, más de 4 millones de estadounidenses perderán su cobertura y enfrentarán aumentos de primas de hasta el 75%.