Los normies piensan que Bitcoin es arriesgado, pero engullen Bud Light mientras gritan en un partido de la NFL al que les costó 400 dólares, retransmitido por Disney, patrocinado por Pfizer y financiado por la misma tarjeta de crédito que les cobra un 29,99% de interés. Su ritual dominical es subsidiar a los multimillonarios mientras no pueden pagar la carne roja. Bitcoin NO es la apuesta. Fingir que este Ponzi industrial del entretenimiento es "vida normal" sí lo es. Opta por salir de esta locura absoluta.