George a menudo es un hombre inteligente, pero esto es profundamente ingenuo. No se da cuenta de cómo capturan y utilizan los presupuestos de más de 100 mil millones para propagar su virus. Hoy es un juego nuevo. Necesitamos enseñar a su generación y a otras: si les dejamos mantener las ciudades, las usarán para conquistar el resto.