Estamos profundamente entristecidos por el trágico tiroteo en el campus de Atlanta del CDC que le costó la vida al oficial David Rose. Estamos con su esposa y sus tres hijos y con toda la familia del CDC. Sabemos lo afectados que se sienten hoy nuestros colegas de salud pública. Nadie debería enfrentar la violencia mientras trabaja para proteger la salud de los demás. Estamos apoyando activamente al personal del CDC en el terreno y en toda la agencia. Los trabajadores de salud pública se presentan todos los días con un propósito, incluso en momentos de duelo e incertidumbre. Honramos su servicio. Estamos con ellos. Y seguimos unidos en nuestra misión de proteger y mejorar la salud de cada estadounidense.