¿Por qué tenemos tokens? Del punto de vista del constructor: los tokens les ayudaron a recaudar fondos más rápido, sin que los guardianes, los capitalistas de riesgo o las instituciones heredadas los ralentizaran. Desde el punto de vista de los inversores: los tokens les dieron liquidez instantánea, la oportunidad de salir, cubrirse o cambiar, algo que el capital tradicional nunca permitió. Desde el punto de vista del trader: obtienes otro mercado para operar con las emociones humanas las 24 horas del día, los 7 ×días de la semana, donde la codicia, el miedo y las narrativas se mueven más rápido que los fundamentos. Los tokens nacieron como una contracultura a las acciones/acciones. Una contracultura construida sobre la rebelión, contra los sistemas cerrados, el elitismo financiero y el capital lento. Pero ese espíritu no se conservó. Se derrumbó silenciosamente después de la represión de las ICO en 2018-19, cuando los reguladores llamaron a la puerta y las comunidades dejaron de creer. Una contracultura que lentamente se transformó en una máquina de hacer dinero para los oportunistas. Donde los whitepapers se convirtieron en presentaciones de marketing. Donde los ideales se diluyeron y todo se redujo a la acción del precio. Una contracultura donde el ethos original, la descentralización, la propiedad comunitaria, el diseño sin confianza, murió de una muerte lenta e inadvertida. Una contracultura que ahora se mezcla con la cultura dominante, vestida con los mismos trajes, hablando el mismo idioma al que alguna vez se opuso. Ya no hay contracultura. Entonces, tal vez la necesidad de tokens se desvanezca, al menos a escala. O tal vez la necesidad nunca estuvo realmente allí....