"Las ideas son cada vez más difíciles de encontrar" es un espectro que acecha los estudios de progreso. Es un pronóstico que nos cuesta crear nueva ciencia/tecnología que transforme la economía. Pero mi artículo en Asterisk, publicado hoy, argumenta: ¿y si la culpa no está en nuestras ideas, sino en nuestros mercados? 🧵