El relay privado, entre otros, son en esencia una versión ligera de Tor. Te ofrecen más ancho de banda pero requieren más confianza para la anonimidad. Para la mayoría de los usuarios, esa compensación probablemente vale la pena. Además, es posible ejecutarlos con fines de lucro sin los locos vectores de ataque que se suman a los esquemas de voluntariado.