La razón por la que este momento no es remotamente sorprendente es que el movimiento conservador (tal como existe) ha estado negándose a autocontrolarse en gran parte porque Trump no pasa ninguna prueba de carácter razonable. Sería uno de los primeros en ser expulsados del movimiento. Así que, en su lugar, demasiadas personas intentan un camino intermedio insostenible: santificando a Trump y a cualquiera de su círculo íntimo mientras intentan mantener estándares en los demás. Simplemente no puede funcionar. Cuando tus líderes son odiosos y nihilistas, entonces tu movimiento se vuelve odioso y nihilista. Y aunque estoy agradecido de que muchas voces se estén alzando en protesta, Tucker ha sido mimado y consentido durante tanto tiempo que ahora tiene un alcance infinitamente mayor que casi cualquiera que lo critique hoy.