A medida que me adentro más y más en el mundo del fútbol juvenil como padre (que, por cierto, es muy divertido)... veo tantas cosas buenas— y, desafortunadamente, tantas malas. Una tendencia preocupante es que los clubes o "equipos" de viaje exigen que los jóvenes atletas tengan páginas de Instagram... ¿Qué estamos haciendo? No tengo suficientes caracteres para describir lo perjudicial que es para nuestra juventud y el tipo de dinámica disruptiva que crea entre los jóvenes jugadores, los equipos y los entrenadores. Por supuesto, en el mejor de los casos, los niños están ajenos a esto y es gestionado puramente por los padres— pero veo a jóvenes atletas haciendo algo en el campo y preguntando a sus padres si grabaron el clip o el meg, el movimiento, el gol, etc. Si bien el brillo individual es una parte tan importante del juego, siento que estamos normalizando y priorizando eso por encima del "equipo" por miedo a que los niños se queden atrás o no sean considerados para las mejores academias, universidades, profesionales, etc. Temo que solo va a empeorar, especialmente cuanto más se glorifique y comencemos a amplificar eso entre la generación más joven. Hay estudios e investigaciones claras (la generación ansiosa) que apuntan a la influencia de las redes sociales en la salud mental de los niños que crecieron con acceso no regulado a estas aplicaciones antes de tener las herramientas para procesarlo y manejarlo— lo mismo ocurre con el deporte— que es una parte vital del desarrollo juvenil, fomentando el trabajo en entornos de equipo y, en última instancia, aprendiendo a competir tanto individualmente como colectivamente para crecer, socializar y divertirse. A medida que continuamos restringiendo el acceso de los jóvenes a estas plataformas— esto es algo que deberíamos considerar. Los niños menores de 15 o 16 años no deberían ser "obligados" a tener cuentas sociales para ningún deporte y si los padres eligen publicar algunos de sus momentos destacados— en mi opinión, no deberían tener acceso ni involucrarse en ese proceso. No hagan eso a sus hijos, por favor. Protejamos a nuestra juventud y mantengamos el deporte puro y su participación DIVERTIDA.