La acusación contra Bolton es tan devastadora que desafía las palabras. Detalla una corrupción descarada, una estupidez abyecta y, lo más importante, la conducta de personas que sinceramente creen que están por encima de la ley. Presumo que la persona 1 y la persona 2, que fueron los receptores de las entradas tipo diario que detallaban toda la información clasificada que Bolton estaba recibiendo, son su esposa e hija. Inicialmente pensé en editores de libros reales, pero la acusación se refiere a ellos como "relacionados". Compartir información clasificada… Enviarla a través de correos electrónicos no autorizados… No informar haber enviado información clasificada desde un correo electrónico que fue hackeado… Estupidez de nivel cómico. Avaricia desmedida. Corrupción descarada. Y un sentido de invulnerabilidad legal y política además. Santo cielo. Cárcel.