La idea difamatoria de que los judíos son sedientos de sangre, codiciosos y mendaces fue una sabiduría convencional durante siglos y sigue siendo muy común hasta el día de hoy. 'Sedientos de sangre'=harán cualquier cosa para derramar la sangre de los no judíos; 'Codiciosos'=solo quieren m̶o̶n̶e̶y̶ tierra; 'Mendaces'=simplemente mienten.