Verdadero, a menos que tengas en cuenta la degradación de bits, píxeles muertos, fallos/artifactos, fotogramas perdidos, calidad de transmisión, compresión con pérdida, pérdida de generación, corrupción de archivos y la realidad de la obsolescencia. Muchos deben pensar que solo estoy contando historias junto a la fogata cuando digo que los activos digitales son vulnerables.