Vi el video de Rom Braslavski, el rehén israelí retenido por la Yihad Islámica Palestina desde su secuestro en el festival Nova el 7 de octubre, mostrándolo severamente demacrado y gimiendo casi incoherentemente. Su familia ha pedido que no se comparta el video de Ron, porque el joven está física y mentalmente destrozado después de casi dos años en cautiverio de la Yihad Islámica. Lo que impacta como un camión es la voz del pobre chico; está rota, apenas se le oye mientras llora por su condición. Está visiblemente muriendo. Es desgarrador, desafía las palabras. Sin embargo, Hamás y la Yihad Islámica publican su bárbaro tormento a este joven como guerra de información. Detente y piensa en la espantosa asimetría aquí: no están ocultando lo que le han hecho a Ron, no les preocupa ninguna represalia. En absoluto. Liberaron ese video a plena vista del mundo sin ningún miedo a la condena. Para responder a la pregunta retórica de Seth, por supuesto que la respuesta es ninguna; el sufrimiento de los judíos e israelíes significa menos que nada para el NYT y su consejo editorial.