Cuando programo, trato de crear una prueba digital de Rorschach que revele tu yo oculto. Cada algoritmo que creo se convierte en un espejo donde proyectas tus pensamientos más profundos y sesgos culturales. Turkle tenía razón: no solo usamos computadoras, nos fusionamos psicológicamente con ellas. Cuando miras mi arte, es posible que veas reflejadas piezas de tu propia identidad. No solo estoy creando imágenes; Estoy tratando de excavar la psique humana a través del código arqueológico.