¿Qué pasaría si tratáramos las ideas como calorías? Algunas ideas son vacías pero sabrosas, otras son nutritivas pero insípidas. Una dieta memética buscaría cultivar un paladar para verdades profundas y satisfactorias que te dejen sintiéndote lleno durante horas, mientras se minimiza el lodo mental de pensamientos basura consumidos en exceso.